HISTORIA
PATRIMONIO INDUSTRIAL
A principios del siglo XX, en Nay, un pequeño municipio del departamento de Pirineos Atlánticos, la fábrica, La Pirénéenne, se especializó en la producción de esquís de una sola pieza de fresno la cual se situaba entre las que presentaban los mejores rendimientos.
Creada por Félix Villecampa, en aquel momento ebanista, con el apoyo del Doctor Lacq, a la sazón presidente de la federación francesa de esquí, la manufactura contribuyó a definir mucho más que un deporte, definió una filosofía, una manera de vivir.
Que se llamen Robert o François, los esquís Villecampa fuerón sinónimo de triunfo. Su selección para los Juegos Olímpicos de 1936 supuso un orgullo para el club de esquí de Nay. Algunas décadas más tarde y siguiendo el ritmo de la evolución de las tecnologías, el diseño de los esquís dió un giro hacía el aluminio.
El V2 Zicral de Villecampa era un modelo de lo más competitivo.